NMC vs LFP:
Todo lo que necesitas saber sobre las baterías de los vehículos eléctricos
Los vehículos eléctricos funcionan gracias a grandes paquetes de baterías, cuya capacidad influye directamente en la autonomía que puedes alcanzar entre cargas. Sin embargo, es posible que hayas notado que algunos vehículos eléctricos están llegando al mercado con baterías de fosfato de hierro y litio, más conocidas como baterías LFP (Litio Ferro Fosfato). Estas baterías son químicamente diferentes de las baterías de ion de litio NMC (Níquel Manganeso Cobalto), que siguen siendo las más comunes en los vehículos eléctricos.
En realidad, no se trata de cuál es mejor, sino que ambas tienen ventajas diferentes. Aquí te explicamos todo lo que necesitas saber sobre estos dos tipos de baterías para vehículos eléctricos.
Baterías de
Ion de Litio NMC
Ventajas:
Más autonomía con menos peso: Las baterías NMC tienen una alta densidad energética, lo que significa que pueden almacenar más energía por kilogramo de peso, permitiendo una mayor autonomía.
Velocidades de carga más rápidas: Este tipo de baterías se carga más rápido en comparación con las LFP, lo que es ideal para quienes necesitan cargar su vehículo rápidamente.
Desventajas:
• Producción costosa: La fabricación de estas baterías es más cara debido a los materiales necesarios.
• Uso de metales difíciles de obtener: Las baterías NMC dependen de metales como el níquel, manganeso y cobalto, que son costosos y tienen un impacto ambiental significativo.
Las baterías de ion de litio NMC han sido utilizadas en la mayoría de los vehículos eléctricos desde el lanzamiento del Nissan Leaf en 2011. Un ejemplo notable es el Renault Zoe, que inicialmente contaba con una batería de 22 kWh que proporcionaba una autonomía real de 130 a 145 kilómetros, pero con el avance de la tecnología, ahora cuenta con una batería de 52 kWh que ofrece hasta 354 kilómetros de autonomía real, con solo 30 kg adicionales de peso.
Este tipo de baterías, aunque costosas y menos amigables con el medio ambiente debido a la extracción de los materiales necesarios, han demostrado ser muy duraderas. De hecho, una batería de ion de litio NMC puede superar la vida útil del carro, perdiendo solo entre el 10% y el 15% de su capacidad en un lapso de 10 años o 160,000 kilómetros.
Baterías de
Litio Ferro Fosfato LFP
Ventajas:
• Más económicas de producir: Las baterías LFP son más baratas de fabricar, ya que utilizan metales más comunes y prescinden de elementos como el cobalto.
• Mayor disponibilidad de materiales: Los materiales utilizados son más abundantes y menos dañinos para el medio ambiente.
Desventajas:
• Menor densidad energética: Las baterías LFP suelen ser más pesadas y ofrecen menos autonomía por kilogramo comparado con las NMC.
• Velocidades de carga más lentas en climas fríos: En temperaturas extremadamente bajas, el tiempo de carga puede ser más lento.
Las baterías LFP son una tecnología madura que ha sido ampliamente utilizada en maquinaria industrial antes de ser adoptada en vehículos eléctricos. Modelos como el MG4, el Tesla Model 3 en su versión de autonomía estándar, y todos los vehículos de BYD, ya utilizan este tipo de baterías. Aunque las baterías LFP ofrecen menos autonomía que las NMC, son más económicas, duraderas y tienen un menor impacto ambiental.
BYD ha hecho avances significativos con sus baterías LFP, especialmente con su tecnología Blade, que ofrece autonomías comparables a las de las baterías NMC, lo que sugiere que las baterías LFP podrían ser una opción viable incluso para vehículos de mayor autonomía en el futuro.
Conclusión
En resumen, no hay por qué preocuparse por cuál de estos dos tipos de baterías elegir sin importar si compraras un vehiculo nuevo o usado. Ambas son tecnologías bien establecidas y probadas, cada una con sus propias ventajas, por lo que cualquier opción será adecuada según las necesidades del usuario y del vehículo.