En la carrera por reducir las emisiones de carbono y alcanzar un nivel neto de cero emisiones, muchos países han decidido tomar medidas contundentes para eliminar gradualmente los carros de gasolina y diésel. Este movimiento es impulsado por la necesidad de combatir el cambio climático y mejorar la calidad del aire en las ciudades, y se ha convertido en una prioridad para los líderes ambientales y políticos a nivel mundial. Pero, ¿dónde se encuentra Colombia en esta carrera hacia la sostenibilidad?
Noruega lidera la transición
Noruega, un país que ya se ha destacado como pionero en la adopción de la movilidad eléctrica, encabeza la lista de naciones comprometidas a eliminar los carros de gasolina. Según datos de 'Statista', Noruega planea que todos los vehículos nuevos vendidos en el país sean 100% eléctricos para 2025, una meta ambiciosa que parece alcanzable considerando que actualmente cerca del 80% de los carros nuevos vendidos en Noruega ya son eléctricos. Esta transición ha sido impulsada por incentivos fiscales, infraestructura de carga avanzada y un fuerte apoyo gubernamental.
Europa marca la pauta
En Europa, otros países también han dado pasos importantes para eliminar los vehículos de combustión interna. La Unión Europea aprobó a principios de 2023 una ley que prohibirá la venta de autos con motor de gasolina en todos sus Estados miembros a partir de 2035. Sin embargo, como en cualquier proceso de transición, ha habido debates y ajustes. Alemania, por ejemplo, ha liderado una iniciativa para permitir el uso de combustibles sintéticos como una excepción a la regla, destacando la complejidad de la implementación de estas políticas.
Países como los Países Bajos, Suecia y Grecia han sido aún más estrictos, estableciendo plazos para eliminar los vehículos de gasolina antes de 2035. Esta tendencia en Europa muestra un compromiso decidido hacia la movilidad eléctrica, reflejando una fuerte apuesta por tecnologías limpias y sostenibles.
Asia se suma a la iniciativa
Recientemente, países asiáticos como Vietnam, Corea, China e Indonesia también han anunciado compromisos para eliminar gradualmente los vehículos de gasolina a mediados de siglo. Esta decisión representa un cambio significativo en una región que hasta hace poco dependía en gran medida de los combustibles fósiles. El compromiso de estos países envía un mensaje claro: la transición hacia la movilidad eléctrica es un esfuerzo global.
¿Dónde está Colombia en esta transición?
En América Latina, Colombia se enfrenta a un desafío y una oportunidad únicos. A pesar de los avances en la adopción de la movilidad eléctrica, el país aún no ha establecido un objetivo concreto para eliminar los carros de gasolina que en otros países ya tienen fecha de caducidad. Colombia ha comenzado a dar algunos pasos hacia la movilidad eléctrica, como la promoción de incentivos para la compra de vehículos eléctricos y la creación de infraestructura de carga en las principales ciudades. Sin embargo, comparado con los objetivos establecidos por otros países, aún queda un largo camino por recorrer.
Para avanzar en esta dirección, Colombia necesita adoptar políticas más agresivas y claras en cuanto a la eliminación de vehículos de gasolina y diésel. Un marco regulatorio firme, acompañado de incentivos económicos, podría ser el motor que impulse a los consumidores y a la industria automotriz a dar un giro hacia un futuro más limpio. No se trata solo de una cuestión ambiental; la transición hacia la movilidad eléctrica también representa una oportunidad económica para Colombia. La creación de empleos en nuevas tecnologías, el impulso a la innovación y la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles son solo algunas de las ventajas potenciales.
La importancia de la acción inmediata
Los expertos coinciden en que la acción inmediata es crucial para que Colombia pueda contribuir significativamente a la reducción de emisiones de carbono. El país tiene el potencial de convertirse en un líder en movilidad sostenible en América Latina, pero para ello es esencial que el gobierno, las empresas y la ciudadanía trabajen juntos en la creación de un ecosistema que favorezca la transición hacia vehículos eléctricos.
Reflexión final de Electrificando
Desde Electrificando, creemos que Colombia tiene la capacidad de tomar un papel protagónico en esta transición. Es fundamental que no nos quedemos rezagados mientras otros países avanzan con firmeza hacia un futuro sin emisiones. El camino hacia la movilidad eléctrica no solo es posible, sino necesario. Es hora de que Colombia acelere y defina un horizonte claro para eliminar los carros de gasolina y diésel, contribuyendo así a un mundo más limpio y sostenible.
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