A medida que el mundo avanza hacia la electrificación del transporte, surgen temores sobre el impacto que los vehículos eléctricos (EVs) tendrán en la red eléctrica. Algunos críticos advierten que el aumento de la demanda eléctrica podría abrumar a las infraestructuras existentes, especialmente en momentos de baja generación de energía renovable. Sin embargo, expertos en la industria consideran que estos temores son exagerados y que los EVs podrían ser parte de la solución a estos desafíos.
La Transición Energética y sus Retos
En el mundo, el cambio hacia vehículos eléctricos se produce en un contexto de creciente preocupación sobre la capacidad de la red eléctrica para soportar una mayor demanda. Las fuentes de energía renovable, como los parques eólicos y solares, han reemplazado en gran medida a las centrales eléctricas de carbón, lo que ha reducido las emisiones de carbono. Sin embargo, estas fuentes son intermitentes y no siempre pueden proporcionar energía suficiente durante períodos de alta demanda, como en invierno.
Con la meta de que todos los nuevos automóviles sean eléctricos para 2035, surge la pregunta: ¿cómo mantendrá la red el equilibrio entre la oferta y la demanda?
La Flexibilidad de la Demanda
El aumento en la generación eléctrica será inevitable, ya que los EVs se convertirán en la principal fuente de energía para el transporte. Sin embargo, la tecnología inteligente puede ayudar a gestionar la demanda, desviando el uso de electricidad durante las horas pico. Por ejemplo, la empresa de cargadores de vehículos eléctricos myenergi estima que si se habilitan servicios de balanceo en sus cargadores, se podría ofrecer más de 1 GW de flexibilidad en la demanda, lo que supera la capacidad de más del 98% de los generadores de combustibles fósiles del Reino Unido.
Octopus Energy, el mayor proveedor de energía de Europa, gestiona la carga de 150,000 baterías de EV a través de su tarifa Go eléctrica. Esta gestión permite que los cargadores inteligentes retrasen la carga hasta horas de baja demanda, lo que no solo evita el estrés en la red, sino que también ofrece beneficios económicos a los consumidores, quienes ahorran miles de euros al año.
El Potencial de los EVs como Almacenamiento
Los vehículos eléctricos pueden desempeñar un papel crucial en la estabilización de la red eléctrica. Jack Fielder, director de estrategia de myenergi, destaca que si todos los cargadores de EV pudieran ofrecer servicios de balanceo de red, se podría eliminar la presión sobre la infraestructura eléctrica en momentos críticos.
Chris Pateman-Jones, CEO de Connected Kerb, complementa esta visión, afirmando que los EVs podrían actuar como esponjas, absorbiendo energía renovable que se genera en exceso durante el día y liberarla después de media noche cuando disminuye la demanda en lugar de desperdiciarla.
Potenciando la Red Eléctrica con Baterías de Automóviles
Además de cuándo se carga la energía en las baterías de los vehículos, también hay un potencial significativo para que estas baterías aporten a la red. Según datos de Pod Point, la mayoría de los automóviles solo utilizan energía aproximadamente un tercio del tiempo que están enchufados, lo que significa que hay flexibilidad suficiente para vender energía a la red durante momentos de alta demanda y comprarla de nuevo durante la noche, cuando los precios son más bajos.
Un Futuro Colaborativo
Mientras que los temores sobre el impacto de los vehículos eléctricos en la red eléctrica son comprensibles, la realidad es que estos vehículos pueden ser un aliado crucial en la transición hacia un sistema energético más sostenible. Con la implementación adecuada de tecnologías inteligentes y políticas de gestión de la demanda, los EVs no solo ayudarán a reducir las emisiones de carbono, sino que también contribuirán a una red eléctrica más resiliente y eficiente, en especial el países con una alta generación de energía de tipo renovable como es el caso de Colombia.
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